Ingredientes (4 comensales)
1 solomillo de cerdo (según el tamaño puede hacer falta medio más), 1 c/p de lemon grass en polvo, 1 c/c de romero, 1 c/c de pimienta de Sichuan, 1/2 c/c de cilantro en grano, 1/2 c/c de pimienta negra, sal, aceite de oliva virgen extra, 2 dientes de ajo, 140 gramos de vino tinto, 30 gramos de mostaza antigua, 40 gramos de miel.
Para acompañar
Mezclum, nueces, vinagreta de mostaza.
Elaboración
Prepara las especias con las que aromatizar el solomillo de cerdo, hay que convertir en polvo el romero, la pimienta de Sichuan y el cilantro, mezclándolas también con el lemon grass en polvo y la pimienta negra recién molida. No frotamos la carne con las especias previamente para que no se quemen.
Limpia el solomillo de la posible grasa que pueda tener, sécalo bien y márcalo en una plancha o sartén amplia (entero) con un poco de aceite de oliva virgen extra. Ve dándole la vuelta para que se dore de forma homogénea y donde se vaya dorando ve condimentando con sal y las especias antes indicadas.
Cuando el solomillo esté dorado y aromatizado, retíralo y reserva en un plato. En la misma sartén, reduciendo el fuego y dejando que pierda algo de temperatura, incorpora el ajo previamente pelado y picado, deja que tome un poco de color y añade el vino, la mostaza, la miel y sal. Mezcla bien y cocina a fuego medio-bajo para que vaya reduciendo.
Calcula cuánto necesita el solomillo para cocinarse al punto que más te guste, si te gusta rosado o muy hecho, también dependerá del grosor de la pieza. Nosotros lo ponemos unos cinco minutos más al fuego cuando a la salsa de vino, mostaza y miel le faltan esos cinco minutos para ser un glaseado. Si la carne os gusta más hecha, poner el solomillo cuando a la salsa de vino le falten unos 10-15 minutos.
Una vez que el solomillo esté hecho y la salsa parezca un jarabe e impregne la carne en todo su contorno, retira del fuego.
Emplatado
Deja reposar unos minutos la carne mientras pones la ensalada en un cuenco y la aderezas con la vinagreta, disponla en los platos. Corta el solomillo en rodajas gruesas y sírvelas al lado de la ensalada, pintando una lágrima de salsa de vino, mostaza y miel. Sirve enseguida y ¡buen provecho!